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Lenina SH.

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martes, 13 de abril de 2010

Dimensiones para el análisis de la práctica educativa desde una perspectiva psicopedagógica.


La práctica educativa desde una perspectiva psicopedagógica: elementos para un modelo de análisis.
1.1 Delimitando el objeto de análisis.
El análisis de la práctica educativa es compleja ya que tiene muchos niveles y sistemas que la configuran, a continuación se va a hacer distinción de cuatro niveles:
· Sistema-aula: es el conjunto organizado d actividades, roles y relaciones de diversos tipos en que se implican profesor y alumnos en el marco físico ofrecido por el aula.
· Sistema centro: marco físico y simbólico del centro escolar que incluye diversos subsistemas: ciclos, departamentos…
· Estructura y funcionamiento del sistema educativo: con sus diferentes elementos y funciones como órganos de apoyo, soporte las escuelas…
· Macrosistema: constituido por la propia estructura global, social, cultural y económica en que se inserta y toma sentido el sistema educativo de un país.

Estos niveles tienen consecuencias:
Cualquier análisis que atienda un solo nivel resulta necesariamente parcial y no puede pretender explicarla de manera completa y exhaustiva.
La situación actual del conocimiento científico, la tarea global de análisis de la práctica deviene necesariamente de una tarea multidisciplinar, ninguna disciplina parece disponer de las herramientas teóricas y metodológicas necesarias para dar cuenta adecuadamente de los niveles de análisis. Se hace necesario el intercambio y colaboración entre las disciplinas.
Necesidad de disponer, en relación a cada uno de los niveles y sistemas, de marcos o modelos conceptuales que puedan dar cuenta de su dinámica propia y particular.

Una de las tareas fundamentales del análisis de la práctica en el aula es la de obtener información sobre los procesos y mecanismos de influencia educativa que se están ejerciendo en una situación determinada, sobre las formas y dispositivos de ajuste de la ayuda que se están dando o no en esa situación.

El análisis de los mecanismos de influencia educativa en el aula debe adoptar como ámbito básico el ámbito de la interactividad, o sea, el ámbito de la articulación de las actuaciones del profesor y de los alumnos en torno a una tarea o contenido de aprendizaje determinado y su evolución en el tiempo.

1.1 Algunas dimensiones para el análisis de la práctica educativa en el aula desde la perspectiva propuesta.
Tres exigencias:
Necesidad de que el análisis de la práctica en el aula considere de manera realmente interrelacionada y articulada las actuaciones de los distintos participantes en la situación de enseñanza y aprendizaje.
Necesidad de atender a la dimensión temporal del proceso y aprendizaje en el aula.
El análisis de la práctica debe ser especialmente sensible a las características peculiares de las tareas y contenidos en torno a los que, en cada caso, se articula actividad conjunta de los participantes.

Dimensiones y planos para el análisis de la práctica desde la perspectiva de los procesos de influencia educativa.
Intenciones educativas que, en términos de planificación previa y desde la perspectiva del profesor, presiden el proceso de enseñanza aprendizaje objeto de análisis.
Ajuste entre las actividades y tareas propuestas y las características básicas pertinentes para implicarse y participar en ella.
Control relativo del profesor y estudiantes de la secuencia de enseñanza y aprendizaje en relación a las tareas, contenidos que vertebran la misma.
Diversidad y contingencia de las ayudas y soportes utilizados a lo largo de la secuencia de enseñanza aprendizaje: Diversidad: la noción de ajuste supone que la ayuda eficaz ha de ser variada y flexible en cuanto a su tipo y grado ya que los distintos momentos de su proceso de construcción por el que pasan los estudiantes al aprender requieren formas distintas de apoyo. Contingencia: porque se trata de que esa diversidad de ayudas y soportes no se ofrezca al azar sino de manera lo más vinculada y consistente posible con el desarrollo de esa construcción del alumno.
Reducción cuantitativa y cualitativa de ayudas y soportes y uso progresivamente más autónomo y autorregulado por parte de los estudiantes del contenido de enseñanza y aprendizaje a lo largo de la secuencia: habitualmente, el proceso de reducción de las ayudas y de las acceso a la autonomía y autorregulación no es lineal y simple, sino discontinuo y complejo, con saltos y retrocesos constantes.
Diversidad y contingencia de los recursos de introducción de información nueva relativa al contenido de enseñanza y aprendizaje a lo largo de la secuencia.
Diversidad y contingencia de los recursos de elaboración y reelaboración de la información relativa al contenido de enseñanza y aprendizaje a lo largo de la secuencia.
Dispositivos y recursos de seguimiento y comprobación de los significados que se van construyendo en la actividad conjunta empleados a los largo de la secuencia de enseñanza y aprendizaje: el análisis deberá intentar en cada situación, identificar los dispositivos y recursos que aparecen, cómo se usan, su alcance y hasta qué punto parecen mostrarse efectivos en su función.
Detección y reparación de incomprensiones, malentendidos y rupturas a lo largo de la secuencia de enseñanza y aprendizaje: supone establecer nuevos retos para el alumno; los momentos de incomprensión y ruptura pueden llegar a constituir espacios privilegiados par ajustar la ayuda.
Factores motivacionales, relacionales y efectivos que se manifiestan a lo largo de la secuencia de enseñanza y aprendizaje: que los estudiantes puedan incorporarse y participar adecuadamente en las actividades y tareas propuestas, que puedan asumir protagonismo en relación a la gestión y dirección de su propio aprendizaje, que reciban las ayudas necesarias para resolver con éxito las tareas y emplear significativamente los contenidos, que se vean apoyados en los momentos de incomprensión y ruptura.

El análisis de la práctica educativa en el aula mediante la observación.
Debe de tomarse en cuenta:
Considerarse un instrumento de análisis que permite un abordaje de la práctica, posibilita un acceso directo a la dinámica real de las actuaciones de los participantes en torno a las tareas y contenidos que vertebran la actividad conjunta en el aula permitiendo extraer información relativa a la interacción de ésta.
La observación del aula se ha ido consolidando de manera progresiva como uno de los instrumentos prioritarios empleados en las tareas de asesoramiento con el objetivo de comprender y tratar de optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje, objeto de intervención.

Secuencia de las fases en el proceso de análisis psicopedagógico de la práctica mediante la observación del aula con algunas de las actuaciones implicadas.
Negociación y definición conjunta de los objetivos y contexto y proceso de análisis.
· Concreción del problema: empezar a redefinir de manera conjunta el problema.
· Delimitación de la demanda: priorización o selección de elementos de entre los implicados en el problema, en función de las posibilidades reales y el contexto en el que se dé la intervención.
· Definición del proceso general de análisis: objetivos y contenidos generales de la unidad y de las actividades y tareas a observar.
· Contextualización de la información: incorporación de psicopedagogo a la situación del aula durante la observación.

Selección y registro de datos en la observación.
Decisiones en relación a qué, cuándo y cómo registrar: criterios a partir de la noción de interactividad y de los planos y dimensiones de la práctica.
Recoger de la manera más precisa posible, en su orden y desarrollo real, la secuencia de eventos o actividades que van sucediéndose en el tiempo durante el periodo observado.
Recoger de manera ordenada las actuaciones más relevantes de los participantes a lo largo de la actividad, la organización espacial general, los cambios de organización, actuación del profesor ante el grupo en general y hacia el estudiante en particular.
Prestar atención a los aspectos verbales como no verbales.
Reproducir de la manera más fiel posible los apoyos y soportes materiales que se usan en cada evento o actividad.
Registrare cualquier tipo de participación del observador durante la situación y las actuaciones de los restantes participantes.
Recoger de manera específica los comentarios del profesor después de la observación.

Análisis e interpretación de la práctica educativa en el aula a partir de los datos recogidos en la observación, por parte del asesor.
· Selección y organización de los datos.
· Primera interpretación y contraste: poner en contraste las informaciones básicas y los resultados iniciales con las informaciones ofrecidas por el profesor.
· Elaboración de hipótesis que expliciten conceptualmente las relaciones que parecen establecerse entre los resultados que vamos obteniendo en el análisis y el proceso de aprendizaje que llevan a cabo los alumnos y que apunten explicaciones al problema objeto de asesoramiento.
· Identificación inicial de posibles cambios de acuerdo con las hipótesis anteriores.

Elaboración de una representación compartida lo más amplia posible de la práctica analizada, y diseño de algunos de los cambios o modificaciones en relación a la misma que pueden derivarse del análisis.
Análisis conjunto y contraste con el profesor.
Definición y concreción de cambios o elementos a introducir.
Diseño del proceso de implementación y evaluación de los cambios.
Monereo C., citado por Sibaja L, 2010.

Análisis de la demanda y rol del asesor en su valoración, orientación, seguimiento.

Nuestro modelo de intervención.

Es un proceso de construcción que comparten el psicopedagogo y el profesor, tiene la finalidad de promover la autonomía de los diferentes centros educativos donde se colabore y de cada uno de sus profesores a través de dos ámbitos concretos de actuación:

La explicitación y reflexión sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje para contribuir a la introducción de cambios en la mejora de la práctica educativa.

La colaboración en la atención de las necesidades educativas del alumnado para elaborar propuestas curriculares adaptadas a las diferentes situaciones.

Ideas que nos ayudan a modificar y adecuar la intervención.
Construir una nueva situación partiendo del conocimiento y análisis de la realidad de cada aula para conseguir un nivel óptimo de respuesta.
El objeto principal en el asesoramiento es conseguir la autonomía progresiva del centro.
Concebir el asesoramiento como una tarea compartida, como un proceso de construcción que han de realizar de forma conjunta docente y psicopedagogo.

Los aspectos más importantes que deben tenerse presentes al concretar el trabajo con los diferentes profesores.

Atención a la diversidad: ofrecer una enseñanza capaz de ajustarse en el mayor grado posible a los diferentes condicionantes y al proceso de aprendizaje, el asesoramiento debe ajustarse en el mayor grado posible a los condicionantes de los centros y debe estar basado en una planificación, observación y actuación diversificada.

Mirar al estudiante como una persona que necesita un asesoramiento que esté diseñado especialmente para él, que se adecúe a sus necesidades pues brota de un diagnóstico del mismo.
El asesoramiento esta filtrado por representaciones mutuas.

Factores que ayudan a definir el rol del asesor.
Favorecer un cierto grado de clima afectivo, de aceptación y confianza mutua entre profesores y asesor.
Ayudar a atribuir sentido a la tarea objeto de colaboración.
Potenciar una estructuración clara de las situaciones asesoras: explicitar la demanda, definir cual es la tarea concreta de cada uno.
Posibilitar la participación y las aportaciones de todos los integrantes en la tarea.
Establecer reacciones claras y explícitas.
Estimular y apoyar la autonomía progresiva de los equipos de profesorado.
La demanda como indicador de diferentes realidades.

Antes de abordar la situación planteada como un problema se debe de reflexionar y diagnosticar las razones concretas que la motivan.

La primera tarea frente a una demanda consiste en analizar a qué responde y valorar la pertinencia o no de iniciar su abordaje.

En un segundo momento se trata de compartir este análisis con el profesorado y explicitar los objetivos de la colaboración, la redefinición o el no inicio de la colaboración en el caso que mire que no obedece a una necesidad.

El trabajo del psicopedagogo no depende en exclusiva de sus intervenciones, sino del grado de complicidad que consigue del profesorado que trabaja directamente con los alumnos, del éxito en la creación de contextos de colaboración óptimos en lo que los diferentes profesionales implicados aporten sus recursos y competencias, es decir, se defiende un asesoramiento basado en la comprensión de la realidad que promueva la autonomía y potencie las posibilidades de enseñar del profesorado.
La demanda como creación de un contexto de colaboración.

El asesor psicopedagógico necesita conocer algunos elementos de la concepción del proceso de enseñanza y aprendizaje del docente, algunas de sus priorizaciones de contenidos curriculares, su enfoque metodológico, sus ideas sobre la ayuda educativa, información sobre el contexto-clase.

Es necesario explicitar cuáles son las formas de colaboración que uno y otro esperamos obtener, se requiere de establecimiento de compromisos mutuos.

Cuando un profesor no nos requiere para elaborar una adaptación curricular, indica que otras adaptaciones elaboradas conjuntamente han promovido suficiente generalización, le han proporcionado la suficiente autonomía para solucionar por sí mismo el problema.

El análisis compartido de las demandas y necesidades es un primer elemento necesario a la hora de iniciar la colaboración con equipos de profesorado y constituye en sí misma una de las más importantes tareas asesoras.

En el asesoramiento se trata de intentar revisar y modificar los esquemas de conocimiento de los enseñantes o de promover cambios y construir nuevos conocimientos que los capaciten para anticipar y dar respuesta a los problemas planteados en la práctica educativa.
Planificación y seguimiento.

En ello cabe la manera de cómo realizaremos la revisión de los objetivos y las tareas señaladas para comprobar la adecuación o no de las propuestas y para introducir los elementos reguladores que sean necesarios para conseguir las finalidades marcadas.

Siempre hemos de trabajar a partir de lo que el profesor esta habituado a realizar y orientar desde esta base.

La reflexión sobre las posibilidades de cambio en el momento de analizar la demanda y en la planificación de su seguimiento, siempre ha de star precedida por el inventario de recursos con el wue contamos en cada uno de los diferentes niveles: centro escolar, ciclo, equipo educativo, aula, profesor y sobre todo de los del propio psicopedagogo.
Secuencia de acciones que ayudan a una zona óptima de trabajo:

Análisis de estado inicial del profesorado en relación al tema a asesorar.
Reflexión sobre los recursos del propio psicopedagogo par abordar la demanda.
Motivaciones, actitudes y sentido que tiene la tarea para los profesionales implicados. (profesores-asesores)Establecimiento de niveles de resolución.
Objetivos a conseguir en la ayuda.

Es importante que todas las actividades del psicopedagogo se oriente a promover la autonomía de los centros y de su profesorado para conseguir mejoras en la tarea educativa. La función principal ahora es observar, escuchar, revisar y a partir de las aportaciones recibidas proponer ajuste, confirmar, motivar y estimular para conseguir nuevos retos.

Cuando el psicopedagogo no es capaz de asumir el ritmo adecuado que cada contexto o situación marca como óptimo o deseable, si no se produce una buena conexión entre ambos profesionales y sobre todo cuando existe una fuerte discrepancia en los ritmos y en las expectativas, es posible que aparezcan cambios de rol.
Puede llegar incluso a reconvertir demandas que no responden a las necesidades planteadas por el profesor, y que la mayoría de las veces son fruto de su propio pensamiento.

Todo proceso ha de estar presidido por la intencionalidad de generar autonomía, por el deseo de ayudar a descontextualizar y a establecer relaciones entre las múltiples variables que interactúan en todo acto educativo.

La necesidad de seguimiento ha de aceptarse por ambas partes, valorando la potencialidad que conlleva en relación a conseguir cambios reales en la práctica educativa.
Monereo C., citado por Sibaja L, 2010.

El asesoramiento psicopedagógico y la colaboración entre la familia y el centro educativo.

El sistema educativo es básico y determinante para el desarrollo de las sociedades modernas y complementa la función educativa de la familia. Pero para que esto suceda realmente deben coordinarse y colaborar la familia y la escuela.

El psicopedagogo puede ejercer un papel importante en la creación y mejora del clima relacional de escuela y familia. Desde su formación puede aportar elementos para la reflexión y evolución, su intervención puede ayudar a establecer una relación rica y constructiva con las familias de los estudiantes y favorecer actitudes y vías adecuadas de relación y colaboración con ellas.

Condiciones necesarias en la relación familia-escuela.

Confianza mutua: es importante intentar respetar y comprender a los padres para posteriormente ofrecer orientación y colaboración y para ayudarles y animarles a dar lo mejor de sí mismos.

Orientación positiva: destacar los aspectos positivos por encima de los negativos, buscar puntos de apoyo que poseen tanto en la familia como en el maestro para potenciarlos y practicarlos.

Consenso de metas entre entornos: es necesario que el alumno se dé cuenta y perciba la colaboración y buena comunicación de una manera concreta y continuada a partir de las entrevistas y reuniones entre los profesores y familia.

Cuando se establece una buena comunicación entre escuela y familia a menudo se trata de familias que entienden y valoran el papel educativo de la escuela y colaboran activamente en la educación escolar de sus hijos.

Creciente equilibrio de poderes: se trata de potenciar una mayor frecuencia y calidad de las comunicaciones entre el hogar y la escuela, más información en cada uno de los entornos con respecto al otro, pero siempre cuidando que esas interconexiones no reduzcan la motivación y la capacidad de las personas que se relacionan con el niño directamente para actuar con autonomía y responsabilidad.

Los celos, las rivalidades, la mala comunicación entre adultos, sentimientos de desvalorización y confusión pueden traducirse en actitudes negativas por parte de los profesores hacia el niño que tiene dificultades.
El papel del psicopedagogo en la relación familia-escuela.

Características:
Debe intentar mantener la neutralidad entre los dos sistemas mencionados, entre la escuela y familia, manteniendo un respeto real y al mismo tiempo explícito y manifiesto sobre sus respectivos valores, creencias y manera de hacer, puede ayudar a los distintos miembros de los dos sistemas a ponerse en el punto de vista del otro, a comprender otras perspectivas para poder colaborar y entender su situación.
Ayudar a destacar y valorar las actitudes y aspectos positivos de los sistemas y las personas por encima de los negativos, manteniendo un rol de mediador en la resolución y mejora de esas necesidades conflictivas.
Debe ir encaminada a conseguir la participación activa de todos los miembros de los dos sistemas para intentar mejorar y cambiar la situación disfuncional, evitando intervenciones exclusivamente destinadas a buscar las causas que generan culpabilidad y muy a menudo paralización de los pocos recursos disponibles.

Contenidos y estrategias de intervención.

Nivel de las concepciones e ideas acerca de los respectivos roles: la responsabilidad, principalmente de los profesores del centro, de crear una buena relación con las familias que inician su relación con el centro educativo; y posteriormente cuidarla, par conseguir una mayor colaboración y entendimiento.

Establecer canales de comunicación fluidos y positivos:
Reuniones para explicar el proyecto educativo del centro a los padres o su concreción en un curso escolar.
Informaciones escritas, folletos explicativos sobre las normas del centro u otras cuestiones.
Entrevistas diversas con las familias.
Compartir diversas actividades; fiestas, salidas, talleres…

La relación del psicopedagogo con las familias: entrevistas con los padres, charlas que realiza sobre temas psicoeducativos o las reuniones con grupos de padres, etc. Dentro de las entrevista hay que pedir la información necesaria para que se pueda comprender la situación. Es conveniente adoptar un modelo de entrevista en cuestiones que regularmente se plantea para que se pueda valorar mejor las respuestas y actitudes que dada familia plantea.
Preguntas para una primera entrevista.

¿Cuál es el problema? ¿Cuál es la situación que le preocupa?
Iniciar una relación con una familia que viene preocupada por algún motivo que nosotros no conocemos o que conocemos a partir de otra persona. Es importante que la familia pueda aportar su visión de la situación y explicar si se siente preocupada y por qué.

¿Quién es el que tiene un problema?
Cada miembro de la familia debe poder responder a esta pregunta. De esta manera se puede observar dónde se sitúa el problema.

¿Quién está más preocupado? ¿Alguien de la familia piensa que esto no es un problema?
Para ver las cercanías o alianzas del sistema familiar.

¿Por qué eso es un problema? ¿Para quién? ¿Qué consecuencias conlleva para los distintos miembros de la familia o para los miembros de la escuela?
Se trata de ver qué situaciones o reacciones se desarrollan a partir del comportamiento disruptivo del niño, cuáles son los posibles beneficios del síntoma para él o para el sistema familiar, qué dinámicas se crean en la familia o en la escuela que provocan que le comportamiento disfuncional se perpetúe y que se generen determinadas retroacciones que satisfacen las necesidades del niño o del mismo sistema familiar o escolar.

¿Desde cuándo sucede? ¿Desde cuándo eso es un problema?
Se provoca la colaboración y participación de los distintos miembros de la familia par que recuerden hechos significativos que puedan tener alguna relación con el origen del conflicto.

¿Con qué frecuencia se presenta esta situación? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién reacciona? ¿De qué modo? ¿Qué hacen los distintos miembros del sistema mientras se da esta situación? ¿E inmediatamente antes? ¿Y después? ¿Cómo termina?
Frecuencia con que se produce la situación o conflicto. Se trata de explorar también las distintas acciones, intervenciones y reacciones de los distintos miembros del sistema o de los sistemas, familia-escuela, que se relacionan con la situación conflictiva.

¿Qué motivos, razones o explicaciones se plantea la familia en relación con la situación? ¿A qué piensan que es debido?
Sus argumentos pueden ayudar al psicopedagogo a comprender mejor la situación y el estilo y peculiaridad de su sistema familiar, sus valores, grado de empatía, creencias y el clima relacional y cultural.

¿Qué soluciones ha intentado? ¿Qué cosas han probado? ¿Por cuánto tiempo? ¿Quién las propuso?
Se conoce la capacidad de cambio y respuesta del sistema familiar.

¿Qué considerarían una mejoría de la situación? ¿Cómo se sentirían satisfechos? ¿Con qué se conformarían?
A partir de aquí se intenta plantear objetivos posibles y mínimos, situar las posibilidades de cambio en función del problema manifestado y evitar expectativas demasiado altas sobre la mejora de la situación.

Al final de esta primera entrevista se intenta concretar acuerdos a cerca de la continuidad de la relación y del tipo de colaboración que nosotros vamos a ofrecer según la situación que se plantee.

Este tipo de entrevista es para atender situaciones conflictivas, no debe aplicarse con familias que requieren modelos alternativos o adaptados.
Monereo C., citado por Sibaja L, 2010.

Los servicios de apoyo psicopedagógico.

Los servicios de apoyo psicopedagógico: un elemento crítico para el ajuste de la respuesta educativa a las necesidades de los alumnos.

Se examinan cuatro aspectos:
a) La toma de decisiones respecto al tipo y grado de apoyo: es a través de la interacción con los profesores, con los contenidos de aprendizaje y con sus compañeros en el contexto del aula y del centro como el estudiante aprende; el concepto de enseñanza y aprendizaje enfatiza tanto el rol activo del estudiante en la construcción del conocimiento como el apoyo que le presta el profesor.

El profesor ejerce una influencia decisiva, habrá de tener en cuenta necesariamente las características de los alumnos con objeto de ajustar la respuesta educativa por medio de apoyos brindados por éste.

En el caso de los estudiantes con mayores dificultades o algún tipo de discapacidad la necesidad apoyo se hace más perentoria y evidente y las decisiones al respecto más críticas puesto que de ellas va a depender en gran medida su progreso.

b) El concepto que la comunidad educativa y en particular los profesionales tienen del apoyo y de la función que debe realizar dependen del concepto de persona que manejen y de cuáles creen que son sus necesidades y cómo satisfacerlas.
Las limitaciones de una persona en el contexto del aula van a depender no solo de sus capacidades afectadas en mayor o menor medida, sino de las exigencias del centro escolar concretadas mediante el currículo y de los apoyos que se le faciliten en el proceso de aprendizaje para hacer frente a tales exigencias. La prestación razonable de los apoyos necesarios puede mejorar las capacidades de las personas con alguna necesidad educativa, lo cual da cuenta de la importancia de los apoyos en al educación de estos estudiantes.

Los servicios de apoyo psicopedagógico deben estar en función de las capacidades de los estudiantes y dirigidos a hacer posible que se enfrenten con éxito a las exigencias del entorno escolar concretadas en el currículo.

c) Esta concepción del apoyo psicopedagógico y de los servicios en que pueda concretarse conlleva cambios importantes en la organización de los centros y en la formación de los profesionales implicados. Es necesario asumir una mayor responsabilidad por parte de todos los miembros del cuerpo docente y administrativo en la organización y evaluación de los apoyos; una visión holística del estudiante, potenciando la integración de los diversos tipos de apoyo; poder disponer de oportunidades reales dentro del horario para el trabajo cooperativo entre los distintos profesionales que intervienen cuidando las resistencias que pueden existir al ver la importancia de modificar roles.

d) Se constata una falta de redición y de formación de los profesionales para asumir colectivamente la organización de los servicios de apoyo, más allá de las manifestaciones de la voluntad de colaborar.

2. Los servicios de apoyo psicopedagógico: definición, objetivo, tipos, sujetos y agentes.

Entendemos por apoyo los recursos y estrategias que:
Promueven el logro de los fines de la educación por parte de todos los estudiantes, con o sin discapacidades.
Permiten acceder a los recursos, a la información y a las relaciones propias del contexto escolar.
Potencian la participación por parte de los estudiantes en las tareas escolares y en la comunidad, facilitando así su satisfacción personal.

Tipos de apoyo:
Personales: requiere de la participación de otros profesionales distintos al profesorado ordinario. Ej: departamento de Orientación, fisioterapeuta, equipo psicopedagógico…
Muchas escuelas todavía no cuenta con servicio de apoyo como este, especialmente en centros educativos fuera del valle central, en donde precisamente existe mayor deserción escolar.

Materiales tecnológicos: Diversos medios materiales y/o tecnológicos para facilitar el acceso del alumnado a las experiencias propias del currículo escolar y a su progreso. Ej: materiales didácticos adaptados, amplificadores, aparatos de FM…

Organizativos: apoyos basados en un agrupamiento del alumnado y una organización del tiempo y de los espacios distinto al habitual del centro. La adecuada organización de la actuación de los recursos personales disponibles es un potente instrumento para el ajuste de la respuesta educativa a las necesidades particulares de los estudiantes.

Curriculares: cualquier tipo de adaptación y/o modificación de los elementos prescriptivos del currículo con objeto de ajustar la propuesta curricular a las necesidades del alumnado.
Tomar en cuenta la cultura de los estudiantes, utilizar un lenguaje adecuado a la edad de los estudiantes,

Un mismo alumno o grupo de alumnos puede requerir uno o varios tipos de apoyos sea de forma concurrente o en momentos distintos pues en la práctica siempre se da una interacción entre uno y otro tipo.


3. El asesoramiento psicopedagógico y la coordinación de los servicios de apoyo.

Uno de los objetivos prioritarios del asesoramiento psicopedagógico es fomentar y velar por la coordinación de los servicios de apoyo como estímulo y garantía de su eficacia.

Funciones de coordinación del psicopedagogo:
Institucional:
Velar porque realmente se adopte por parte de los profesionales una visión institucional y de corresponsabilidad en la toma de decisiones sobre los apoyos y en la prestación de los mismos, y que así quede reflejado en el proyecto educativo y en los documentos que regulan la organización del centro.
Apoyar y asesorar y en su caso estimular a los órganos competentes del centro en la toma de decisiones en este campo.
Analizar y en su caso proponer alternativas, el horario del profesorado con objeto de que éste contemple sesiones de trabajo conjuntas de los equipos de ciclo de departamento, de tutores, que permitan que la colaboración en la planificación, desarrollo y evaluación de los apoyos sea posible y eficaz y no una simple manifestación de buena voluntad.


Alumno / grupo de alumnos:
Asegurar una visión holística y pluridisciplinar en la valoración de las necesidades educativas del alumnado y en la organización de la respuesta educativa, de forma que cada alumno reciba en el marco escolar los apoyos que precisa para su progreso académico, personal y social, así como buscar las vías adecuadas para que si es necesario pueda recibir el apoyo de otros servicios de la comunidad.
Velar por que los distintos apoyos estén en función del currículo y se presten en el entorno más normalizado posible.
Velar porque los apoyos que se presten a un alumno o grupo de alumnos no tengan siempre un carácter específico y recaigan exclusivamente en los especialistas, es decir; que sean asumidos por el profesorado ordinario y de apoyo de acuerdo con la naturaleza de las necesidades del alumnado y las posibilidades de unos y otros.
Potenciar el seguimiento y la evaluación de los apoyos y asesorar en las decisiones de ajuste que eventualmente sea necesario tomar.
Apoyar a los profesionales en la realización de sesiones de trabajo conjuntas entre los que están implicados en el apoyo a un alumno o grupo d alumnos, tanto en relación con la planificación como en el seguimiento y evaluación.

4. El asesoramiento psicopedagógico y las adaptaciones curriculares individualizadas.

Consiste en concretar decisiones sobre:
Prioridades de la intervención educativa para un determinado estudiante en relación a los elementos del currículo general.
La participación del estudiante en las actividades generales o en otras actividades en el contexto del centro docente, de acuerdo con las prioridades curriculares estimadas.

En el proceso de Toma de decisiones se debe de tomar en cuenta:
En el contexto del Proyecto educativo del centro deben concretarse aquellas medidas que posibiliten la atención a la diversidad de necesidades del alumnado.
De acuerdo con las necesidades de los alumnos, deben establecerse prioridades personalizadas relacionadas a las capacidades, objetivos generales y los contenidos de cada área curricular y en su caso, la posible adición de contenidos que se consideren prioritarios.

Estas decisiones tienen como finalidad proporcionar a todos los estudiantes situaciones y oportunidades educativas para que se sientan miembros de una colectividad, aprendiendo y comunicándose sinceramente y profundizando en sus relaciones para crecer conjuntamente.

Es necesario promover la inclusión de todos los estudiantes en la escuela como miembros valiosos de la sociedad con la finalidad de prepararlos para la participación en un mundo complejo y diverso.

Asesor psicopedagógico, facilitador de apoyos, trabaja de manera conjunta con maestros, profesores, promoviendo la intervención de éstos como apoyos naturales del aprendizaje de todos los estudiantes mediante diversas estrategias.

Monereo C., citado por Sibaja L, 2010.

Los centros educativos como contexto de la intervención psicopedagógica.

La educación se desarrolla en un ámbito mucho mayor y complejo que en aulas aisladas, el asesor psicopedagógico tiene que tomar en cuenta:
· Que su tarea debe de realizarse en forma congruente con la de otros profesionales que trabajan en el centro, con quienes forman equipo.
· Los elementos y componentes del centro concebidos como organización influyen de manera significativa. Se mira la institución como un organismo vivo y no como una institución en donde los acontecimientos se producen de forma independiente.
· Cuando hay algún cambio o innovación atañe cambios en la organización, pero para que éstas tengan continuidad deben de dirigirse a la totalidad del centro, pensando en él como una unidad de cambio y no como entes aislados dirigidos hacia un grupo determinado.

El análisis institucional es fundamental para contextualizar la intervención de los psicopedagogos ya que es en el centro escolar donde se desarrolla el trabajo de profesores y alumnos y el lugar que debe servir de marco adecuado para crear un ambiente favorecedor de los procesos de enseñanza- aprendizaje.

Los componentes del centro escolar.

Objetivos: Son los propósitos institucionales, explícitos o no, que orientan la actividad de la organización y constituyen la razón del ser del centro.
Son hechos por los miembros de cada comunidad escolar y sirven para orientar el rumbo de las actuaciones que se desarrollan en el centro. Suelen reflejarse en El Proyecto Educativo del Centro (PEC) y en el Proyecto Curricular del Centro (PPC).

Recursos: Patrimonio con que cuenta el centro escolar para lograr sus objetivos.
Hay tres tipos: Personales (protagonistas del hecho educativo), materiales ( edificio, mobiliario y material de uso didáctico), funcionales ( tiempo, dinero y formación)

Estructura: Conjunto de elementos articulados entre sí a partir de los cuales se ejecuta la acción institucional como los órganos de gobierno, los equipos de profesores…

Tecnología: conjunto de acciones y maneras de actuar propias de la institución, la manera determinada de ordenar la acción, como la forma de planificar, ejecutar y controlar fundamentada y justificada los procesos operativos en un centro.

Cultura: Conjunto d significados, principios, valores y creencias compartidos por los miembros de la organización que le dan una identidad propia y determinan y explican la conducta peculiar de los individuos que la forman y la de la propia institución.

Entorno: conjunto de variables ajenas a la estructura que inciden en la organización como la ubicación geográfica del centro, nivel socioeconómico, grupos sociales, factores de interacción con el medio.

Estos seis componentes no actúan por sí mismos sino que se relacionan de manera interactiva y tienen influencia mutua.

El conocimiento del centro como vía par impulsar el asesoramiento psicopedagógico.

Hay tres efectos que tiene gran importancia para el asesoramiento.

  • Cuando se trate de buscar alternativas se dispone de los seis componentes del centro como vías de acceso para ayudar a llevar a cabo la labor.

  • Las características y circunstancias de cada intervención sirven de guía para elegir cual o cuáles de los componentes hay que tomar en cuenta de manera primera.

  • Las diferentes modalidades, instrumentos o estrategias de evaluación institucional deben tener como referentes a los seis componentes del centro escolar.

    Algunas orientaciones y criterios para llevar a cabo la evaluación del centro educativo desde una perspectiva psicopedagógica.

  • La actitud con la que actúe durante el proceso evaluador es determinante: El trabajo en equipo con los docentes mediante la colaboración y la ausencia de jerarquías y el énfasis.
    La evaluación institución institucional es un medio para facilitar y hacer más eficaz la intervención, no un fin en sí misma.
  • Evaluar la institución escolar supone la elección de unos determinados elementos indicadores y procesos y descartar otros: debemos ser capaces de discriminar entre lo que es y no es interesante evaluar en cada momento en función de las necesidades de los estudiantes, de nuestros objetivos y los del propio centro escolar.
    Deben utilizarse múltiples fuentes e instrumentos.
  • El proceso evaluador que desarrolla el psicopedagogo debería integrarse en las actividades ordinarias del centro.
    La evaluación en común debería ser el primer paso para una intervención compartida: llevada a cabo entre el psicopedagogo y los demás profesionales que trabajan en el centro.
    Hay que considerar la madurez y el grado de desarrollo del centro: condiciones, restricciones, logros y experiencias previas del centro.

  • Elementos de referencia para orientar la evaluación del centro desde una perspectiva psicopedagógica.

    A. Elementos de carácter general: directrices institucionales.
  • Los criterios y acuerdos generales para orientar la práctica, expresados en el PEC y en el PCC: apartados relativos a los propósitos y a la definición del centro.
  • El contenido de los sucesivos planes del centro.
  • Las convicciones y directrices que se derivan del análisis del Reglamento de Régimen Interno.
  • El análisis de los procedimientos de elaboración de los instrumentos anteriores.
  • Las convicciones y directrices implícitas: que no se expresan formalmente pero marcan y orientan las tareas cotidianas.

    B. Elementos de carácter más específico.
  • El uso del tiempo en la organización: distribución del tiempo en la jornada escolar.
  • Las modalidades de agrupamiento de los estudiantes: homogéneos, heterogéneos, flexibles, rígidos…
  • Uso del espacio: creación de estímulos físicos, sensoriales y psicológicos facilitadotes de oportunidades educativas.
  • Uso de los tres elementos anteriores dentro de las aulas: espacio, tiempo y modalidades de agrupamiento.
  • Trabajo en equipo entre los profesionales del centro.
  • Clima institucional.
  • Estilo de dirección predominante en el centro y el poder y el estatus que posea la persona que lo dirija y los demás miembros del equipo directivo.
  • Procesos de Toma de decisiones.
  • Los sistemas de comunicación y de tratamiento y gestión de la información.
  • Los criterios para la adscripción del profesorado a los diferentes niveles, ciclos, áreas, tutorías.
  • Relaciones entre el centro y el entorno especialmente con las familias de los estudiantes del centro.
  • La existencia y funcionamiento de determinados equipos de profesores.

    Procedimientos para elegir la evaluación.
  • Elegir las variables: elementos de referencia generales o específicos.
  • Identificar junto con otros profesionales que actúen en el centro escolar algunos hechos, situaciones, procedimientos o en general evidencias relacionadas con el elemento elegido.
  • Relacionar los hechos, situaciones, procedimientos o evidencias con cada uno de los elementos componentes del centro, es decir, objetivos, recursos, estructura, tecnología, cultura y entorno.
  • Transformar esas relaciones en ítems que podrán servir para confeccionar pautas de observación, de entrevistas, registros, escalas, listas de control, cuestionarios…para elaborar pautas de discusión en grupo y analizarlas.

    Conclusiones.
  • Las actuaciones del profesional están condicionadas por un conjunto de variables y decisiones que provienen y se establecen con carácter general en el centro.
  • La ayuda psicopedagógica en educación escolar será más fácil de diseñar y de desarrollar si somos capaces de analizar y diagnosticar a partir de los hechos, documentos, indicios, valores, costumbres… que pueden percibirse en el centro escolar, considerado como una globalidad, mirando más allá del marco reducido del aula.

lunes, 12 de abril de 2010

1. Modelo de asesoramiento educacional educacional-constructivo: dimensiones críticas.

Los centros educativos y sus necesidades.

Las necesidades de la escuela no son algo estático y prefijado, sino dinámico y cambiante, que se configura de diversas maneras en momentos distintos y que obedecen de gran manera a las expectativas que la sociedad proyecta sobre ella.

Las necesidades se proyectan sobre la estructura organizativa de la institución, su forma de funcionar, su cultura.

Es importante que se inste a los docentes a trabajar de manera más reflexiva sobre la práctica y a valorar más el trabajo en equipo.

La organización y el funcionamiento de los centros deben ofrecer posibilidades para el trabajo compartido y facilitar la articulación de respuestas educativas diferenciadas.

Los psicopedagogos debemos de motivar al progreso de una enseñanza respetuosa en la diversidad en donde se contemplen las diferencias como parte de nuestra naturaleza humana y que en ámbito de la educación se generen respuestas adaptativas.

Todo esto nos conduce a revisar el rol, la formación, la ubicación, las funciones y los objetivos que debe tener el asesoramiento psicopedagógico; pues la escuela cambia, sus propósitos adoptan nuevas dimensiones y sus necesidades y demandas también se modifican.

Enfoques del asesoramiento psicopedagógico.

Dimensiones que definen, distinguen unos enfoques psicopedagógicos de otros.

Primera dimensión: Concepción epistemológica que subyace a cada enfoque.

Corregir el mecanismo afectado: éste gira en torno a un comportamiento indisciplinado en clase o también a un bajo rendimiento escolar. Los contenidos curriculares se consideran conocimientos pre-definidos, estáticos. El papel del asesor es de resolutor de problemas de conducta y aprendizaje que domina un repertorio de técnicas especializadas que aplica, prescribiendo a profesores y padres lo que deben hacer en cada momento. Contribuye a eximir de responsabilidades y compromisos a profesores y padres y los llenan de expectativas con respecto a una resolución rápida y satisfactoria, pero que cuando estas expectativas no se cumplen como se espera generan actitudes de desconfianza y recelo hacia la generalidad de los asesores.

Prevención de problemas de aprendizaje: el asesor intenta identificar y valorar los mecanismos interactivos que influyen en el origen y mantenimiento de las dificultades del alumno; su intervención se centra en tratar de modificar esos mecanismos en estrecha colaboración con los agentes que, conjuntamente con el alumno, los ponen en acción.

Segunda dimensión: Ámbitos de intervención.

Asesor psicopedagógico resultor: centra su intervención en algún elemento específico del sistema escolar que ha sido considerado como problemático; algún alumno, profesor, familiar…; la intervención se particulariza y el problema trata de aislarse para su tratamiento.

Asesor psicopedagógico colaborativo: Incluye las relaciones entre distintos subsistemas que conforman el centro como equipo de profesores, padres de familia, grupos de las clases aún cuando la demanda esté focalizada sobre un alumno problemático; desde este enfoque se analizan las implicaciones y consecuencias que sobre el resto del subsistemas tendrán las actuaciones y medidas que se adopten.

Tercera dimensión: Tipo de relación laboral y profesional.

Desde la iniciativa privada: se realiza fuera del contexto escolar y en función d las demandas específicas que se reciben de los clientes.
Es necesario valorar que esta intervención está supeditada a un cliente que siempre tiene razón y que puede tratar de imponer condiciones y criterios de trabajo que resulten contradictorias con las que el propio asesor considera adecuadas para el correcto ejercicio de su tarea; además, al estar fuera del contexto escolar se reduce la posibilidad de efectuar un asesoramiento contextualizado con el centro.
Creo que la intervención psicopedagógica dentro o fuera del contexto educativo, el psicopedagogo tiene que marcar las pautas necesarias para que su trabajo sea ético y profesional.

Cuando el asesor forma parte integrante del centro: Tiene la posibilidad de tener en sus manos de manera directa la información y la dinámica que se genera en la institución que influye en el desarrollo de los estudiantes, pero el asesor debe mantenerse como tal evitando la confusión de roles y atribuciones, para ello es conveniente guardar independencia y distanciamiento profesional para detectar necesidades y proponer cambios.

Equipos psicopedagógicos de un sector educativo: es una intervención dentro y fuera del centro. Dentro, se efectúa una intervención regulada y continuada en cada centro que atiende regularmente un día fijo por semana. Fuera, forma parte de un equipo más amplio que posee una dinámica propia y actúa con cierta autonomía de criterios, su presencia en el centro no es constante.

Enfoque Educacional-constructivo del asesoramiento psicopedagógico.

Supone un proceso permanente de culturización. La incorporación de instrumentos, principalmente el lenguaje ayuda al estudiante a regular el mundo exterior y también su propio pensamiento. El aprendizaje es un motor del desarrollo y no un añadido a éste.

La interacción entre educadores, padres de familia, amigos y el estudiante se produce dentro de un contexto social determinado.
Es importante la comunicación escuela-hogar para que la educación sea más integral.

Los agentes educativos y el profesor como mediadores especializados deben guiar al estudiante desde sus conocimientos previos a niveles progresivamente más elevados de abstracción y autonomía.

Las dificultades de aprendizaje y de retrasos en el desarrollo que presentan algunos estudiantes pueden explicarse por la inexistencia o baja calidad de la interacción social recibida. El niño no logra interiorizar nuevos procedimientos que le permitan gestionar cada vez mejor su conocimiento y sus operaciones mentales se vuelven rígidas y rutinarias con muy pocas posibilidades de transferencia.

Características de un asesoramiento desde este enfoque:
· Partir desde las concepciones del profesorado sobre los procesos de enseñanza- aprendizaje, de sus prácticas educativas y de su modelo de gestión y organización.
· Ayudar al equipo directivo y docente en la toma de decisiones ajustadas a los objetivos del centro.
· Favorecer la eficacia de las reuniones, la corresponsabilidad en al cumplimiento de los acuerdos, seguimiento, evaluación y revisión.
· Facilitar la creación de redes de comunicación entre toda la comunidad educativa.
· Disponer de criterios para evaluar a los estudiantes con dificultades de aprendizaje con el objetivo de identificar el tipo e intensidad de las ayudas que necesitan para progresar, así como analizar con los docentes las condiciones que favorecen la permanencia de las dificultades y las que permiten superarlas.Analizar junto con los docentes las prácticas cotidianas con el fin de favorecer la significatividad de los aprendizajes.

Monereo C. citado por Sibaja L, 2010.

¿Qué es un asesoramiento psicopedagógico?

El asesoramiento Psicopedagógico se concibe desde sus orígenes y hasta nuestros días como un medio al servicio de la individualización de la enseñanza, un medio para ofrecer desde la institución escolar, respuestas educativas susceptibles de adecuarse a las condiciones y características de sus destinatarios realizándose en un contexto concreto. Es un recurso que debe ser útil a la institución para que ésta pueda hacer frente a sus cometidos, y además lo haga de forma coherente con las finalidades educativas socialmente acordadas.